“Para convertirse en emprendedor solo hay que tener ganas de trabajar”. José Alberto Centelles, gerente de Talleres Centelles (Vall d’Alba)

24 noviembre 2022 | Sin categorizar

VOLVER A EMPEZAR. José Alberto Centelles es un joven de Adzaneta que, al quedarse sin trabajo por culpa de la inestabilidad económica generada por la pandemia del Covid-19, decidió tomar las riendas de su futuro laboral y poner en marcha Talleres Centelles, una pequeña empresa ubicada en el polígono industrial de Vall d’Alba que le permite, día tras día, mostrar sus habilidades profesionales en la reparación de coches y camiones.

“La empresa abrió sus puertas en 2021”, explica Centelles, quien asegura que, a la hora de poner en marcha el negocio, apostó por Vall d’Alba “porque mi padre tenía una nave y consideré que era una buena ubicación para llevar a cabo mi proyecto”. El proyecto de no depender, a nivel profesional, de nadie. De ser, de alguna manera, dueño de sus decisiones y de sus horarios.

Poner en marcha Talleres Centelles “no fue fácil, porque hay que tener en cuenta muchos aspectos a la hora de abrir un negocio, como la posible competencia que tienes en el entorno, pero sobre todo hay que hacer muchos números”, explica el joven emprendedor, quien reconoce que las ayudas de los Fondos Leader “me dieron el empujón necesario para convertir en realidad este proyecto, porque estuve mirando la posibilidad de acceder a créditos bancarios, pero es que los intereses se comen todo lo que puedas ganar”.

José Alberto Centelles afirma que el único secreto para ser emprendedor es “tener ganas de trabajar” y recomienda los jóvenes que están preocupados por su futuro laboral “que aprendan un oficio y emprendan, porque ahora hacen falta profesionales en muchos oficios que se están perdiendo”. Además, Centelles también aconseja que los futuros emprendedores no se dejen deslumbrar por la amplia y variada oferta de posibilidades que ofrecen las ciudades de mayor tamaño, “porque la competencia también es mayor, y creo que hay que volver la vista hacia el mundo rural, que permite abrir muchos y variados tipos de negocio que no solo atienden a la localidad en la que te has instalado sino también a otros muchos pueblos de los alrededores”.

“Trabajar en un ambiente rural te aporta tranquilidad, también una relación más estrecha y directa con el cliente que sabe que tú estás ahí, que no vas a engañar a nadie y que respondes de tu trabajo. Y, sinceramente, creo que trabajar en un pueblo pequeño como es Vall d’Alba no ofrece ninguna desventaja. Lo único, tal vez, es que a la hora de pedir accesorios, en lugar de llegarte a las pocas horas tienes que espera, como máximo, un día si no los tienen en stock en Castellón. Pero es un problema menor”.

Levantar cada día la persiana de Talleres Centelles supone un gran esfuerzo para su dueño, “porque, de momento, trabajo solo y eso significa que no tengo horarios, pero, en cualquier caso, estoy muy satisfecho del balance de este primer año de mi empresa”.