FIDEL DOMÈNECH, GERENTE DE LA COOPERATIVA EL PROGRESO (TRAIGUERA)

27 diciembre 2022 | Sin categorizar

FACILITAR LA VIDA DE LOS AGRICULTORES. El trabajo en el campo es duro y, especialmente, cuando se reside en un municipio de algo más de 1.300 habitantes como Traiguera. El cooperativismo es la solución a algunos de los males del sector primario y bien lo saben en la Cooperativa El Progreso de esta pequeña localidad del Baix Maestrat donde, desde hace 70 años, abren la puerta todos los días “para que el agricultor se dedique a trabajar sus parcelas y a fijar el territorio, mientras nosotros le facilitamos el resto de tareas que requiere esta actividad si queremos que sea mínimamente rentable”. Así lo explica el gerente de la firma, Fidel Domènech, quien resalta los peligros que suponen las jubilaciones de las personas mayores y el abandono de las zonas que son menos productivas.

“La gente joven va cogiendo muchas fincas -reconoce con satisfacción- pero las tierras con baja rentabilidad se echan a perder”, lamenta. Frente a ello, desde El Progreso apuestan por ofrecer todo tipo de propuestas: “tenemos desde la sección de crédito hasta nuestra última apuesta, que es la ampliación de la tienda de ferretería y fitosanitarios”. Una inversión importante con la que han logrado visibilizar la amplia oferta con la que cuentan y que antes debía permanecer almacenada, sin que sus clientes fueran conscientes de todo lo que tenían a su disposición.

Esto supone un ahorro de gastos en las cuentas de sus 350 asociados, tanto de Traiguera como de la vecina población de Rossell. “Además de presentarles como toca nuestro catálogo de ferretería y ampliarlo, podemos incorporar servicios y evitamos desplazamientos innecesarios a Vinaròs o Benicarló”, matiza. Entre ellos, el de la copia de llaves. “Tenemos unos precios muy competitivos y los vecinos están muy satisfechos con los cambios”, resalta. Y es que en un momento como el actual, con el gasoil disparado, cualquier movimiento en coche que se evita supone un ahorro.

Se trata de una inversión para la cual pidieron los fondos Leader “que nos han venido muy bien”, apunta. “Nuestro técnico trabajó codo a codo con los del Grupo de Acción Local Maestrat-Plana Alta y nos han dado un buen servicio”, agradece.

La labor técnica también es fundamental en esta cooperativa rural. Por ello, cuentan con un ingeniero agrónomo que, entre otros, ayuda a los productores del preciado aceite de oliva de la comarca a tramitar las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), procedentes de la Unión Europea (UE). Asimismo, les asesora en la gestión de los productos fitosanitarios y en la presentación de los libros que están obligados a entregar si quieren recibirlas.

Y es que el oro líquido es su principal activo. “Nos encargamos de envasarlo y de vender el producto directamente al consumidor final. De esta manera, nos ahorramos los gastos de distribución, que provocan un encarecimiento desmedido y tratamos de repercutirlos en las cosechas de los agricultores”.

Que salgan las cuentas es complicado pero cada vez son más las personas que apuestan por los productos de Km.0, los que van del campo a la mesa sin pasar por ningún tipo de filtro que no hace más que subir su valor en el mercado. Buen ejemplo de ello son las personas que llegan a Traiguera en busca del tesoro que emana de sus árboles, así como los de otros pueblos de la comarca que, como atestiguan los espectaculares ejemplares milenarios, los romanos se encargaron de dejar en herencia a las generaciones venideras.